El descanso del guerrero

Después del desfile,
después de cantar Mickey Mouse
y morir seis veces
a balas del mismo despertador;
queda el domingo sin prisa
las rosas y la brisa,
los licores y la risa;
las cosas llamadas
de orden menor
que valen el mundo entero.

Las razones de guerrear
son sin duda conservar
el descanso del guerrero.

Y volveremos a desfilar,
a arrastrarnos y a saltar,
a tragar la mierda que podemos.

Pero algo tiene que pasar,
no somos pozos sin final,
no hemos podido perdonar
y, sin dudar, no olvidaremos.

Contra el lodo (de náufrago a vigilante)

Sin darse cuenta cayó en desgracia
por cosas a las que no dio importancia
pero trascendieron.
Se transformó en telonero
de un amargo y nocivo silencio.

(No hay quien hable nadando en el negro
ni nada resulta
tan cegador)

Se percató una vez dentro,
mientras se estaba hundiendo,
y solo con eso,
aceleró su inmersión.

Y cuando creía estar muerto,
fue a saltarle al cerebro un recuerdo
que traía la risa pegada.

Y de repente la nada
dejaba de serlo todo.
De repente aquel lastre
pasaba a ser un globo,
y él, de náufrago a vigilante
para no subir hasta asfixiarse
ni volver a estrellarse
contra el lodo.

Ansiedad

A ti que he de aguantarte
por mi condición humana;
aversión impredecible,
recompensa demorada.

A ti
que me apuñalas por la espalda
y me robas las palabras
cuando más las necesito,
con lo escrito te destripo
y mirándome a la cara
me dices que volverás.

Mientras llega el tiburón (Que el pueblo al pueblo se enfrente)

Que el pueblo al pueblo se enfrente
mientras se enriquecen los de siempre
al otro lado de la pantalla.

Que el pueblo al pueblo se enfrente
y los adoquines vuelen
sin buscar la playa,
de un lado a otro de la morralla,
mientras llega el tiburón.

Que el pueblo al pueblo se enfrente
o no habrá intimidación
a la hora que pretenden
empezar los noticiarios.

Que el pueblo al pueblo se enfrente
o no habrá terror
ni carroña que alimente
la legitimidad de los tiranos.

Escondido en mi globo ocular

Cansado de andar perdido,
y atrapado en la paradoja
de habitar el mundo conocido
sin saber dónde tengo la boca...
Trastornado, confundido,
he buscado cuando escribo
en el reverso de mis notas:
un recuerdo del camino,
un sentido a las derrotas,
una muesca entre las ramas,
y un abrazo que me rompa
por venirme de aquel niño
que sigue, aún, habitando en el brillo,
escondido en mi globo ocular.

Llanto de carnaval

Sana es la tristeza

que hace llorar al carnaval

lluvia de este vendaval

que es nuestra frágil naturaleza.

Arte de un llanto en la fiesta

que expresa el querer popular,

que llora al tiempo que besa

el recuerdo que siempre nos queda

cuando el alma de la fiesta no está.

De vino el llanto

por lo que deja:

ese puñal en el pecho,

esta estampida de pena;

en fin, un vacío tan grande

que ni harto de olvido se llena.

Queda el genio (a Paco de Lucía)

Navegando sobre el tiempo,
embarcado en su guitarra,
zarpa el hombre y queda el genio,
inmortal, entre dos aguas.

Hay quien vende
pedazos de cielo
que palidecen
cuando se comparan
con la magia que emerge con duende
de su corazón rebelde,
aunque no lata.

Aunque ya no suenen
de sus dedos
las palabras.

Pandora

Se llamaba Pandora,
y aunque no lo supiera,
era la peor de las armas
en la más larga guerra.

Se llamaba Pandora,
y cuentan las historias
que tenía formas de diosa
aún siendo sal para la tierra.

Se llamaba Pandora
y había vivido mil vidas,
matado a mil hombres,
acallando de miedo al escriba
que la perdió (por suerte)
entre sus miles de nombres.

Reflejos (Ser social)

Porque no es propiedad la vida,
si no algo de lo que se forma parte.

Porque duele cuando adolece el de enfrente.

Porque hay cosas conectadas con todos

que oscilan entre un "yo" y ese ambiente
con el que recíprocamente intercambian feedbacks.

Porque no importan tanto las palabras ni el modo
si consigues someterte a ser consciente
de que el propio cuerpo es un espejo
devolviendo en conducta el reflejo
del espejo del "alma" de otros.

Sobrevolado

Florecen los lirios
que envidian las rosas.
Colores festivos,
disputas de diosas
mientras veo pasar amores,
como se ven pasar las horas;
(a veces) sin ese minuto en la gloria
que es cuanto se añora.

Estallan sonrisas,
palmadas de espalda,
campanas de boda y
criaturas neonatas.

Y pasan los meses
con las flores que crecen
haciéndonos mayores y sutiles
mientras la vida nos pasa
como un avión desde tierra firme.

Brote de enero

Brote de enero,
inicio del fin de las hambres
que padecen la mente y el cuerpo
de nuevas brisas,
de otras carnes.

Antigua simiente en el hielo,
cachito de cielo,
pedazo de pan;
mantén a este joven tranquilo
que habrá de saciar el camino
de nuevo
al inquieto pupilo
que muera de ganas de andar.