Amo y compadezco a la mujer que vino a buscar a un bohemio aguerrido, y sin ver más que hacer, en vez de volver por su camino, aceptó apagar su sed con alguien parecido a usted o directamente conmigo.
La vida es un turno jodido
de esos de catorce horas;
no niego que sea un río,
ni un drama ni una broma.
Pero es más un turno jodido
de esos de catorce horas,
de los que piensas infinitos
hasta que te los devoras.