Sana es la tristeza
que hace llorar al carnaval
lluvia de este vendaval
que es nuestra frágil naturaleza.
Arte de un llanto en la fiesta
que expresa el querer popular,
que llora al tiempo que besa
el recuerdo que siempre nos queda
cuando el alma de la fiesta no está.
De vino el llanto
por lo que deja:
ese puñal en el pecho,
esta estampida de pena;
en fin, un vacío tan grande
que ni harto de olvido se llena.